Limitados por los demás, o a veces, hasta por nosotros mismos... Creemos callar por miedo a expresar lo que queremos decir, pero si lo pensamos realmente, el verdadero temor está en la reacción de las personas a quienes les diremos algo; o peor aún, el temor a la respuesta que se nos será revelada... Es por esto, que algunos prefieren ser... dominados por su silencio.